En Nueva York la vida no se toma descansos. No en vano la llaman “La ciudad que nunca duerme”. Teatro, cocina, historia, naturaleza y arquitectura son solo unos de los miles de ingredientes que componen el menú que la Gran Manzana te ofrece. Aquí la música sorprende en cada esquina, el crisol de culturas te enriquece cada recorrido y no hay casi nada que no puedas hacer. Nueva York es la ciudad de las posibilidades, es la capital del mundo. Un lugar para soñar, para saborear, para descubrir y para repetir una y mil veces.